Su inspiración de partida era hacer una PAC más verde, buscando el equilibrio entre la producción y el medio ambiente y atribuyendo al agricultor una doble función: productor de alimentos y protector del medio ambiente.
Básicamente, comienza la sustitución del apoyo a través de los precios institucionales por un sistema de ayudas directas a agricultores. Se busca la reducción de excedentes y se establecen los pagos directos a agricultores (ligados a la superficie). Esta supeditada al cumplimiento de acuerdos internacionales de la OMC y del GATT.
¿Cuáles son las claves de la reforma del 92? Podemos destacar las siguientes:
- Controlar el gasto comunitario.
- Distribución equitativa del presupuesto entre todos los estados miembros.
- Producción de calidad respetuosa con el medioambiente.
- Desarrollo rural que busca diversificar las actividades del medio rural más allá de la agricultura.
Se establecen las ayudas directas (a la renta) y se abandona, de manera paulatina, el apoyo a la garantía de los precios agrarios. Se busca el control de la producción. Se fijan medidas para controlar los mercados por medio de las cuotas nacionales y primas al abandono. Se introducen las Cantidades Máximas Garantizadas en las diferentes OCM. Aparecen las políticas de acompañamiento (primas anuales y co-financiadas por el estado miembro): programas de protección del medio ambiente, forestación de tierras agrarias y jubilación anticipada.
Los objetivos de la 1ª Reforma de la PAC eran:
- Mantener la población rural
- Diversificar las actividades agrícolas
- Controlar el gasto
- Ayudas a la superficie
- Producción de calidad respetuosa con el medio ambiente
- Asumir la creciente liberalización
- Distribución equitativa del presupuesto comunitario
- Medidas de estabilización de mercados (cuotas nacionales y primas al abandono)
Los mecanismos de la PAC reformada fueron:
- nueva política de precios y mercados basada en:
- Reducción de los precios internos (indicativos y de intervención) para igualarlos a los mundiales
- Régimen de precios únicos para los cereales
- Supresión de algunos precios de garantía
- Retirada obligatoria de tierras
- Establecimiento de cuotas y penalizaciones
- Cambio de la protección vía precios por las ayudas directas en función de la superficie o de las cabezas de ganado
- política de estructuras a través de medidas de acompañamiento
- programas de protección del medio ambiente
- forestación de tierras agrícolas
- jubilaciones anticipadas
Vamos a verlas con cierto detenimiento. En 1992 disminuyeron los precios garantizados para los cereales y el ganado vacuno, frenándose la intensificación productiva. No solamente el conjunto de los productores participó del esfuerzo de control de la producción, sino, al bajar los precios de mercado, el uso de insumos se racionalizó.
Así, por ejemplo, los precios institucionales interiores establecidos para el conjunto de todos los cereales en las primeras campañas fueron los siguientes:
CAMPAÑA | PRECIO INDICATIVO | PRECIO DE INTERVENCIÓN |
1993/94 | 130 Ecus/Tm. | 117 Ecus/Tm. |
1994/95 | 120 Ecus/Tm. | 108 Ecus/Tm. |
1995/96 | 110 Ecus/Tm. | 100 Ecus/Tm. |
Cuadro 4. Precios Institucionales Interiores para los cereales 1993 – 1996
Como vemos, los precios se reducen progresivamente y sobre todo con respecto a los años anteriores a la nueva OCM. Así, el precio de intervención para la campaña 1992/93 era de 150 Ecus[1]/Tm. Los productos que se pueden acoger al régimen de intervención eran: el trigo duro y blando, el centeno, la cebada, el maíz y el sorgo. Para el resto de los cereales desaparece el régimen de precios de intervención.
La Reforma de 1992 dio un gran impulso a nuevas formas de hacer agricultura: agricultura razonada, agricultura de conservación y agricultura ecológica, tres respuestas diferentes y complementarias a un mismo reto.
Se instauraron las medidas de acompañamiento de la reforma y, en particular, las medidas medioambientales.
Con la Reforma de 1992, el apoyo público a la agricultura se transfirió, al menos en parte, de los consumidores a los contribuyentes al crearse el sistema de ayudas directas. Este sistema es un poderoso instrumento para sostener las rentas de los productores, y presenta la ventaja de hacer más transparente el apoyo a los agricultores. Las ayudas directas obligan a tener que justificar delante de la opinión pública el porqué los agricultores son receptores de dicho apoyo, y no otros productores.
Básicamente, se sustituye el apoyo a través de los precios institucionales por un sistema de ayudas directas a agricultores. Así, tenemos:
- Reducción de excedentes.
- Pagos directos a agricultores (ligados a la superficie). Un factor importante que desencadena la Reforma es el cumplimiento de los acuerdos internacionales de la OMC y del GATT.
Se decidió disminuir el precio de garantía. Por tanto, se produjo una reducción de excedentes y descendió el precio mundial. Si desciende el precio de garantía, los efectos sobre los mercados de productos agrarios son menos distorsionantes que cuando el precio de garantía es elevado.
Si desciende el precio de garantía el medio ambiente saldrá beneficiado y el precio de la tierra aumentará menos, por tanto será algo más fácil modernizar los medios de producción. Si desciende el precio de garantía también descenderán los precios de los productos agrarios en muchos casos, lo que favorecerá a los consumidores con menos ingresos y afectará de modo más limitado a la inflación.
Los precios de garantía más bajos también tienen una serie de desventajas. Cuando se hace descender el precio de garantía, los agricultores salen perdiendo. Para ello se crean las pagas compensatorias (compensación al agricultor por esta bajada del precio). El problema de los pagos compensatorios es que provienen del presupuesto.
También se aprobaron las medidas de acompañamiento, para hacer más fácil la adaptación del sector a los nuevos tiempos y a la nueva PAC.
En primer lugar, aparecen la prejubilaciones o jubilaciones anticipadas: A los agricultores y ganaderos mayores se les invita a que dejen el sector. Para ello se les ofrece dinero. No han tenido demasiado éxito. Se plantean medidas de reforestación. Antes de 1995 la UE tenía mucho déficit de papel. La reforestación pretendía reducir este déficit. En esta Reforma del 92, para recibir pagos compensatorios había que cumplir ciertas condiciones. Por ejemplo, en el sector de los cereales se obligó a la retirada de tierras. Parte de estas tierras se deberían dedicar a la reforestación. Ha tenido más éxito que la política de jubilaciones. Aparece la política agroambiental. Intenta traer la idea del desarrollo sostenible a la agricultura. Poco a poco va teniendo más y más importancia
Si queréis saber más:
- DIRECCIÓN GENERAL DE AGRICULTURA Y DESARROLLO RURAL (2009). “La Política Agraria Común en detalle.” Bruselas.
- GALLARDO COBOS, R. (2002): “Los efectos de las reformas de la PAC sobre la competitividad de sistemas agrarios andaluces”, Coloquio Internacional sobre reforma de la PAC, Córdoba, 9-11 de octubre.
- GARCÍA ÁLVAREZ –COQUE, J.M. (2003): “La agricultura española ante la reforma de la política agrícola común”, Papeles de Economía nº 96.
- GARCÍA AZCÁRATE, T. (1991): “Hacia una nueva legitimidad para la política agraria común”, PALAU, n°14, pp. 43- 66.
- GARCÍA-AZCÁRATE, T. (2007). “Pasado, presente y futuro de la reforma de la PAC. Una visión desde Bruselas”. En Agricultura familiar en España 2007. Madrid: UPA.
- GARCÍA DELGADO, J.L.; GARCÍA GRANDE, M.J (directores) (2005) Política Agraria Común: Balance y Perspectivas. Colección Estudios Económicos Núm. 34. Ed. La Caixa.
- MASSOT, A.(2003):“Le paradigme multifonctionnel: outil et arme dans la renégociation de la PAC”,Economie Rural, n° 273-274, abril.
- MASSOT, A. (2004): “España ante la reforma de la PAC” Madrid, Instituto Elcano (disponible en la página web http://ww.realinstitutoelcano.org/documentos/130.asp)
- MASSOT, A. (2005): De la crisis de la Unión Europea a la crisis de la PAC: por un nuevo proyecto para la agricultura europea en un entorno globalizado, Madrid, Instituto Elcano (disponible en la página web http://www.realinstitutoelcano.org/documentos/208.asp)
- MOYANO, E. (2006): Agricultura y medio rural en España: reflexiones para impulsar una política agraria y rural, Comparecencia ante la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación del Senado, 28 de octubre.
- SÁNCHEZ, J. (2000). “El PPE-DE y la PAC: fundamentos de la Política Agrícola Común.” Disponible en http://www.eppgroup.eu/Activities/PoliticalThemes/agriculture_es.asp.
- SILVA, J.M. (2003): “Ampliación de la UE y futuro de la Política Agraria Común”, Papeles de Economía nº 96.
- SUMPSI, J. Mª (2002): “Las implicaciones de la ampliación para la PAC”, Papeles de Economía, nº 91, pp.239-253.
- SUMPSI, J. Mª (2003): “Una nueva política agraria para una nueva unión”, Papeles de Economía nº 96.
- SUMPSI VIÑAS, J. M. (2006): “La simplificación de la PAC”, Cinco Días, 5 de diciembre.
- TAMAMES, R. (2007): “Desacoplamiento, modulación, cuotas y otros objetivos de la comisaría de la UE para la PAC”, Tierra y Vida, n° 345, pp. 6-7.
- TIÓ, C. (2007): “El hortelano afortunado”, Cinco Días, 7 de febrero.
- TIÓ, C. (2005): “Las ayudas agrarias”, Cinco Días, 8 de noviembre
[1] El ECU (European Currency Unit, en español Unidad Monetaria Europea), fue una unidad de cuenta usada en la Comunidad Europea, posteriormente Unión Europea (UE), con propósitos monetarios, antes de ser reemplazado por el euro el 1 de enero de 1999.
Era una cesta compuesta por las monedas de los Estados miembros de la Comunidad Europea. El Mecanismo Europeo de Cambio intentó minimizar las fluctuaciones entre las monedas de los Estados Miembros y el ECU. El ecu fue utilizado también en algunas transacciones financieras internacionales, donde su ventaja era que los valores denominados en ecus daban a los inversores la oportunidad de diversificación exterior sin depender de la moneda de un solo país.
El ECU fue concebido el 13 de marzo de 1979 como una unidad de contabilidad interna. El código de moneda ISO 4217 era XEU. El símbolo fue ₠.
Creado en 1979, el ECU fue hasta el 31 de diciembre de 1998 la unidad de cuenta del Sistema Monetario Europeo (SME) y de los documentos jurídicos y financieros de la UE, se empleó en créditos sindicales y en las operaciones comerciales del mercado monetario, siendo reemplaza por el Euro el 1 de enero de 1999.
Su nombre, ECU, etimológicamente escudo que proviene del griego skytos, es representativa de la numismática francesa, la referencia obligada en la Europa continental durante cuatrocientos años, desde su origen en el siglo XIII, acuñadas por primera vez por Luis IX, antes de partir a las cruzadas, y que bajo distintas improntas, circuló hasta el siglo XVII.
ECU, por su resonancia francesa, no era del agrado de todos, y el canciller de Alemania Helmut Kohl señaló que le sonaba igual a Ein Kuh, que en alemán se podría entender como una vaca. En la reunión de Madrid de diciembre de 1995, se optó por llamar Euro a la moneda única comunitaria, teniendo una paridad 1:1 con el ECU.
Nunca se acuñaron monedas de ECU, salvo para ocasiones conmemorativas y para coleccionistas. Tampoco se emitieron billetes oficiales en esta unidad monetaria, aunque sí se repartieron especímenes de billetes de 10 ecus en la Expo 92 de Sevilla.
Se trataba de una moneda cesta, compuesta por la suma de cantidades fijas de doce de las quince monedas de los Estados miembros, estimándose el porcentaje de cada una de ellas en función de tres criterios: la participación de cada una de las divisas en el conjunto del comercio intracomunitario, el Producto Interior Bruto de cada país y su cuota en el Fondo Europeo de Cooperación Monetaria (FECM).
Respaldado por el Fondo Europeo de Cooperación Monetaria, el ECU desempeñó un papel fundamental en el mecanismo de tipos de cambio (MTC), en virtud del cual los estados miembros debían mantener el valor de sus monedas nacionales dentro de una banda porcentual respecto de una paridad central. No obstante, el ECU no sólo dependía del MTC. Las monedas de los miembros de la UE que no pertenecían al MTC, como el Reino Unido e Italia, continuaron siendo partes integrantes del ECU.
La composición del ECU se modificó en varias ocasiones, pero quedó congelada el 1 de noviembre de 1993, cuando entró en vigor el Tratado de la Unión Europea. Esta congelación debía ser irrevocable hasta el comienzo de la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria. Sin embargo, varió el tipo de cambio de cada moneda frente a las monedas de otros estados miembros del SME y frente al ECU. Si una moneda incrementaba su valor con respecto a todas las demás, eran necesarias menos unidades de esta moneda para adquirir la misma cantidad de cualquiera de las restantes monedas o del ECU de las que se precisaban anteriormente.