DAVID BERNARDO LÓPEZ LLUCH

Hoy me he despertado tarde… Son las nueve y media.  Es domingo.  Pongo la cafetera…la ducha….los periódicos…

No tengo nada previsto.  Me pongo a leer algunos apuntes.  La luz del Sol entra por la ventana.

Mi cuñado Javier me ha mandado fotos de Maricen y los niños en la boda de ayer.  Las miro…

No me importa no haber ido a la boda pero me fastidia no estar con ellos.

Me llama Maricen.  Me cuenta…

Vuelvo a los apuntes.  Suena el teléfono… Son las americanas.  Dicen que tenemos el coche hasta las dos….

Me recogen.  Se nos une Andreas, el griego.  Enfilamos la autovía hacia Château – Thierry.  No se ve un solo viñedo.  Es todo cereal.  Hablamos de eso.  Nos han explicado que una hectárea  autorizada para plantar viñedo vale aproximadamente un millón de euros.  Una que no tiene esa autorización vale doce mil euros.  Se está estudiando reconsiderar la superficie autorizada.  Unos la perderán y otros la perderán.  Eso ha paralizado la compraventa de tierras.

Llegamos a la ciudad. Damos una vuelta.  Tenemos una sorpresa inesperada.  Es la patria chica de Jean de la Fontaine, el fabulista.

la_fontaine

La casa – museo está cerrada.

Damos un paseo.  Hay fiesta.  Es el día del fabulista.

Recuerdo cuando estudiaba primaria en Montpellier.  Madame Seigneur, mi maestra, nos contaba sus fábulas para niños. Al irme yo a España, me regaló una edición ilustrada que todavía conservo.

Una americana plantea volver a Reims atravesando los pueblos.  El problema es que debemos devolver el coche a las dos y es la una.

Optamos por volver rápido.  Antes de salir compramos la comida en una panadería.

Llegamos a Reims.  Dejamos en coche.  Hacemos un pic – nic en el parque que hay al lado del río.   Terminamos de comer.  Tomamos un café y nos despedimos.  Son las cuatro.

Me vuelvo al apartamento.  Me acuesto.  A las cinco me levanto.  Me voy a dar una vuelta.

La tarde es muy agradable.  Me topo con el Cryptoportique.  Es una construcción romana del siglo I DC aproximadamente.  Entro.  Me gusta.  Me recuerda la serie Roma.

Sigo paseando.  Decido ir a la Iglesia y Museo de  Saint Remy.  Es el obispo que bautizo a Clodoveo, primer rey de los francos. El entorno es espectacular.

Vuelvo. El paseo ha valido la pena.

Hace calor.  Me siento … pido una “flûte” de champagne y a ver pasar la gente… Los franceses tienen siempre esa manera de enfocar la vida que me encanta…

Es todo tan apacible.

Mañana más…